Mensaje del día – 12 de noviembre de 2020


Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam

OM SRI SAI RAM

Cuando se agudiza la sed por la liberación y la revelación de la realidad de uno, comienza a operar una extraña y misteriosa fuerza de la naturaleza. Cuando el suelo está listo, ¡la semilla aparece de alguna parte! El gurú espiritual será alertado y apagará la sed. El individuo receptor habrá desarrollado el poder de atraer al dador de la iluminación. Ese poder es fuerte y pleno, por lo tanto y naturalmente, el esplendor que puede otorgar la iluminación se dispondrá a bendecir. Aunque los gurúes comunes han aumentado en número, se encuentra al alcance del hombre un Gurú Supremo, mucho más compasivo que todos los demás. Él no es otro que el Avatar del Señor. Él puede, por la mera expresión de Su voluntad, conferir la más elevada consumación de la vida espiritual. Él puede otorgar ese don
y hacer que el hombre lo acepte. Incluso el más malo entre los malos puede adquirir la más elevada sabiduría en un santiamén. Él es el Gurú de todos los gurúes. Él es la más completa personificación de Dios como ser humano. Una persona puede conocer a Dios únicamente en la forma humana. Si Dios no encarnara como persona, la gente jamás podría esperar verlo o escuchar Su voz. Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. (Sathya Sai Vahini, Capítulo 13, ‘El Avatar como Gurú’.)

 

When the thirst for liberation and the revelation of one’s reality is acute, a strange and mysterious force in nature will begin operating. When the soil is ready, the seed appears from somewhere! The spiritual guru will be alerted, and the thirst will get quenched. The receiving individual has developed the power to attract the giver of illumination. That power is strong and full. Therefore, naturally the splendour that can confer illumination will get ready to bless. Though gurus of the common type have increased in number, a Guru is available for one who is far more supreme and compassionate than any or all gurus. He is none other than the Avatar of the Lord. He can, by the mere expression of His will, confer the highest consummation of spiritual life. He can gift it and get one to accept it. Even the meanest of the mean can acquire the highest wisdom, in a trice. He is the Guru of all gurus. He is the fullest embodiment of God as a human. A
person can cognize God only in human form. Unless God incarnates as a person, people can never hope to see God or listen to His voice. (Ch 13, ‘The Avatar as a Guru’, Sathya Sai Vahini)

— BABA