Mensaje del día – 16 de octubre de 2020


Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam

OM SRI SAI RAM

El hombre constantemente se esfuerza de diversas formas para elevar su estatus y condición. Cuando con su esfuerzo alcanza el éxito que busca, se esfuerza por alcanzar el éxito en otra cosa, y así sucesivamente. Pero, ¿cuál es el sello distintivo de un verdadero ser humano? La vida humana está ligada a ganancias y pérdidas, a altibajos. Uno tiene que afrontarlos. Solo quien supera estos desafíos con entereza es un verdadero ser humano. ¿Cuál es la razón de las vicisitudes de la vida? La causa se encuentra en los propios deseos. Es indudable que los deseos son ineludibles. Por ejemplo, una persona busca alcanzar algunos ideales. Otra puede tratar de obtener buenos resultados en los estudios y conseguir un buen trabajo, y otra puede desear adquirir un buen nombre y formar una buena familia. No hay nada de malo en tales deseos. Pero lo que estamos presenciando en la Era
de Kali es el crecimiento ilimitado de los deseos. Como consecuencia, la gente se desvía por el mal camino. Debe haber límites para cada deseo. Debe haber un límite incluso para la búsqueda de poder y posición. Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. (Discurso Divino del 14 de octubre de 1991)

 

Man constantly strives in various ways to elevate his status and condition. As he succeeds in one effort, he seeks success in another, and so it goes on. But, what is the hallmark of a true human being? Human life is bound up with gains and losses, ups and downs. One has to face them. Only the one who overcomes these challenges with fortitude is a true human being. What is the reason for the vicissitudes in life? The cause is to be found in one’s desires. It is beyond doubt that desires are inescapable. For instance, one seeks to achieve some ideals. Another may seek to do well in studies and secure a good job. Yet another may desire to acquire a good name and bring up a good family. There is nothing wrong in such desires. But what we are witnessing in the Kali Age is the limitless growth of desires. As a consequence, people fall into bad ways. There should be limits to every desire. There should be a limit even to the pursuit of power and position.
(Divine Discourse, Oct 14, 1991)

— BABA