Divino discurso por el Aradhana Mahotsavam: «La pureza de pensamiento conduce a la Divinidad»
¡Encarnaciones del Amor Divino! Para el desarrollo de la personalidad humana, el desarrollo de la mente y el refinamiento del corazón son esenciales.
Todas las acciones del hombre se originan en la mente. La mente funciona a través de los pensamientos. Por lo tanto, los pensamientos son la causa fundamental de las acciones del hombre. La condición humana es el resultado de los pensamientos. Cuando los pensamientos son puros, la mente también es pura. Con una mente purificada, la conducta del hombre se vuelve pura. Así, los pensamientos son la causa principal de la pureza o la impureza de las propias acciones.
Es fácil para el hombre ponerse de pie pero es difícil para él correr. No obstante, en el caso de la mente, permanecer quieta es difícil, pero correr es fácil. Ésta es la diferencia entre el hombre y su mente. La mente corre con rapidez. Esto se basa en el poder de los pensamientos. Cuando se arroja una piedra a un pozo de agua, se inician una serie de ondas desde el punto donde cayó la piedra. Desde allí las ondas van hasta el borde del pozo y lo cubren todo.
Del mismo modo, cuando la piedra del pensamiento es arrojada al lago de la mente, las ondas iniciadas por ella llenan todos los sentidos y los miembros del cuerpo. Cuando el pensamiento es puro y sagrado, las ondas que emanan de la mente llenan todos los sentidos y los miembros del cuerpo, desde la cabeza a los pies, de reacciones puras. Este pensamiento puro, al entrar en los ojos, purifica la visión. El mismo pensamiento al entrar en los oídos los hace escuchar sonidos sagrados. Al entrar en la boca, este pensamiento puro produce pureza en el habla. Al saturar las manos, el pensamiento sagrado las induce a dedicarse a actos sagrados. Las ondas sagradas que emanan de la mente entran en los pies y los inducen a emprender peregrinajes. Si los pensamientos son impuros, ellos viajan en ondas a los sentidos y los inducen a entregarse a actos impíos.
De ahí el conocido dicho “La mente está formada por pensamientos y aberraciones”. De esto se desprende que las personas no deben dar lugar a malos pensamientos, malas asociaciones o malas relaciones.
Las buenas compañías redimen la vida entera de uno
Todo lo bueno o lo malo en el hombre está basado en su buena o mala conducta. Esta conducta puede rastrearse hasta la mente, que en sí misma depende de los pensamientos. Por lo tanto, para tener buenos pensamientos tienen que cultivar buenas compañías. Los buenos pensamientos parecen pequeños al principio, como la propia sombra a mediodía. Sin embargo, a medida que el día avanza, la sombra se alarga.
Del mismo modo, la influencia de los buenos pensamientos también crece con el paso del tiempo. A su debido tiempo adquiere una forma magnífica. Alcanza un lugar sumamente sagrado. Confiere bienaventuranza divina y redime la vida entera de uno.
Así, el satsanga (la compañía de los buenos) es de suprema importancia. Las buenas compañías, al promover buenos pensamientos, conducen a los logros más elevados en la vida. Las malas compañías, por el contrario, son como la sombra causada por el sol de la mañana. Al amanecer, la sombra producida por el sol es larga. A medida que la mañana avanza, la sombra se acorta cada vez más. Finalmente, se limita a los propios pies. Así es como funcionan los efectos de las malas compañías. Al comienzo las ganancias parecen ser grandes; pero a medida que pasa el tiempo, las ganancias desaparecen. Los valores humanos son destruidos.
Por qué es importante el Satsanga
El poder de los pensamientos es inmenso. Los pensamientos sobreviven sin cambios a la muerte de un hombre. Por lo tanto, todos deben cultivar pensamientos nobles. No debe permitirse que los malos pensamientos entren en la mente. Las malas compañías deben ser evitadas tanto como sea posible. La razón es ésta: Para los Yogis la meditación es importante. Para aquellos que desean sacrificarse, la riqueza es importante. Para los devotos, cantar (poesía) es importante. Para los enfermos, la medicina es esencial.
La compañía de los enfermos los enfermará. La compañía de los Yogis los volverá Yogis. A través del yoga, uno realiza la Divinidad. A través del yoga se controla la mente. De ahí la importancia del Satsanga.
¿Qué es Sat-sanga (la compañía de los buenos)? ¿Se refiere a la compañía de personas que cantan bhajans o a un grupo de devotos? ¿O se refiere a la asociación con personas dedicadas a actividades de servicio social? No. Sat se refiere a aquello que es eterno. ¿Qué es lo permanente? La Divinidad. Sat-sangam significa cultivar la compañía de Dios. ¿Dónde está Dios? Está dentro de cada cuerpo. El cuerpo consiste de Angas (miembros). Estos miembros están asociados con Jangam (la Fuerza Vital). La Fuerza Vital ejerce el poder de discernimiento para determinar qué es correcto y qué es incorrecto. Hoy, esta facultad de discernimiento no es usada correctamente, con el resultado de que el hombre se vuelve víctima de las fuerzas malignas de Sangam (lujuria, ira, codicia, orgullo, etcétera).
Sat-Sanga realmente significa la compañía de Sat (lo bueno). En otro sentido, la buena compañía significa la compañía de buenos pensamientos y buenos sentimientos. Por lo tanto, la compañía no se refiere a individuos.
Los pensamientos de uno son la causa fundamental de la amistad o la enemistad. ¿Quién es un enemigo? ¿Quién es un amigo? Los propios pensamientos son los amigos o los enemigos de uno. Por eso se dice: “La mente es la causa de la esclavitud o la liberación de la humanidad”.
Samadhi es un estado de unión con Sat
¿Qué significa Samadhi? ¿Es un estado de trance? No. ¿Es un estado de expresión emocional? No. ¿Es la absorción en el propio ser? No. Cuando las personas se refieren a un hombre en trance o en un estado de inconsciencia como alguien que está experimentando Samadhi, están completamente equivocadas. Puede ser un caso de histeria o de epilepsia. Puede ser el resultado de alguna emoción fuerte, o un estado causado por la agitación. El verdadero significado de Samadhi es éste: es un estado de unión con Sat. Sama (igual) + Dhi (mente), ecuanimidad mental es Samadhi. El término correcto es Samadhi, no Samaadhi. Tratar por igual al placer y al dolor, al calor y al frío, a la oscuridad y a la luz es verdadero Samadhi. Ésta es la cualidad de Sat. No tiene placer ni dolor. Lo penetra todo. (Bhagavan recitó un poema en que las Gopikas describen a Krishna como la Divinidad Infinita Incognoscible, que es inescrutable y cuyo modo de obrar es desconcertante).
A menudo surge la pregunta: “¿Dónde está Dios?”. Y la respuesta usual es que “Él está en Vaikunta o en Svarga (el cielo), o en Kailasha”. Para nada. El Señor no tiene nada que hacer en estos lugares. El Señor está en Naraka (el infierno). Como los habitantes del infierno están sufriendo perpetuamente y llamando a Dios, el Señor permanece allí. El Señor mora entre aquellos que buscan la paz. Se necesita un hospital para atender a los enfermos. Donde no hay enfermedad no se necesita un hospital. Del mismo modo, el Médico Divino va hacia aquellos que sienten dolor y angustia. “Vaidhyo Narayano Harih” (Narayana o Hari es el médico). Por lo tanto, donde está la humanidad allí está la Divinidad.
El descenso de la Divinidad en forma humana
Las escrituras declaran que la Divinidad desciende a la tierra en forma humana para aliviar los sufrimientos de aquellos que están enfermos de cuerpo o mente. Hoy el hombre trata de tener una visión del Ser supra-humano trascendental. Esto es una necedad total, porque mientras uno tenga el sentimiento de que es un ser humano podrá aspirar a ver a Dios sólo en forma humana y no tiene derecho a ver Su forma trascendental. Cuando uno trasciende el sentimiento de su condición humana, adquiere el privilegio de visualizar la Divinidad Trascendente.
Esa es la razón por la que Rama y Krishna vinieron como Avatares en forma humana. Afirmar que cuando cierran sus ojos y meditan ven una luz refulgente es sólo una ilusión. Hay innumerables cosas que no son visibles a los ojos y que están más allá de su comprensión. ¿Cómo esperan verlas o conocerlas? Ustedes sólo conocen la forma humana. Por lo tanto, en primer lugar, traten de comprender la condición humana. Deben comprender el Principio Vital que anima al ser humano. Desde el Principio Vital deben procurar indagar acerca de la naturaleza de la Divinidad.
El Atma está presente en todos
Deha + Atma es Dehatma (cuerpo + Espíritu). Jiva + Atma es Jivatma (Vida + Espíritu). Parama + Atma es Paramatma (el Supremo + el Ser). Aunque Deha (el cuerpo), Jiva (el individuo) y Param (el Supremo) son términos diferentes, el Atma (Espíritu) es común a los tres y está presente en ellos por igual. El Atma lo satura todo. Eso se denomina Sat (Ser). Puede compararse con el azúcar que conserva su dulzura cualquiera sea la forma en que se la use. Chit (Conciencia) está sujeta a cambio y movimiento. Incluso si es llevada a un nivel elevado, tiende a descender. Cuando ustedes mezclan azúcar con agua, no tienen ni azúcar ni agua, sino almíbar. Cuando Sat, que representa la Divinidad, y Chit, que representa el Principio Vital, se juntan, tienen Ananda (Bienaventuranza). Esto es Sat-Chit-Ananda. Es como un océano en el que innumerables criaturas cobran existencia y desaparecen como las olas. Sus nombres y formas varían, pero esencialmente son lo mismo que el océano. Ellos son los seres vivientes que han emergido de Sat-Chit-Ananda.
Cuando Yo comienzo Mi discurso con las palabras Divyatma svarupulara (Encarnaciones del Atma Divina), tengo la intención de transmitir que ese mismo Espíritu Divino está en cada uno de ustedes. Así como el océano, la ola y la espuma contienen la misma agua, el Espíritu que está presente en el cuerpo, en el ser individual y en el Ser Supremo es uno y el mismo. Para experimentar la unidad espiritual, su forma de vida debe ser sagrada. Esto puede lograrse sólo teniendo buenos pensamientos, que conducen a la buena conducta.
Considérense Divinos
La Divinidad puede ser experimentada por los seres humanos sólo cuando se manifiesta en forma humana. Rama y Krishna son adorados en las formas pintadas por Ravi Varma. Si el Kodhana (el arco de Rama) y la flauta (en las manos de la figura de Krishna) son quitados, sólo quedan las formas humanas simples. El ser humano es llamado Nara. Ra significa aquello que es perecedero. Na significa No. Por lo tanto, Nara se refiere a aquello que es imperecedero en el hombre, el Atma (Espíritu), Narayana, una manifestación del Espíritu Divino. En consecuencia, el pesar debería serle ajeno. Él no debería derramar lágrimas.
Considérense Divinos. Vivan con esta firme convicción. La divinidad en cada ser debe ser venerada. Tienen que reconocer la unidad en la diversidad. “Los seres son muchos, pero el aliento es uno.” Esto puede ser experimentado por todos en el proceso de inhalación y exhalación. (Swami demostró cómo con cada aliento todos repiten el mantra So-Ham, “Él es Yo” ó “Yo soy Dios”).
No den lugar a ningún mal pensamiento. El cuerpo es un templo de Dios y no debería permitirse que entre en él ningún mal pensamiento. El hombre debe esforzarse por alcanzar lo sublime, sin importar las dificultades y problemas.
¡Encarnaciones de la Divinidad! Desarrollen buenos pensamientos y sentimientos de sacrificio. Abriguen pensamientos divinos y espirituales. Cultiven la amabilidad. Aclamar a Dios como padre y madre y no tener sentimientos fraternales hacia todos es traición a Dios. Deben cultivar la unidad como hijos de Dios y vivir en armonía en compañía de los buenos y los piadosos.
Compartan con todos el néctar del amor presente en ustedes. No tengan mala voluntad hacia nadie. Hablen dulcemente con todos. Canten el nombre del Señor, que los ayudará a cruzar el océano de la existencia mundana.
Bhagawan Sri Sathya Sai Baba
Sai Ramesh Hall. 26/Junio/94
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