Mensaje del día – 25 de julio de 2019
Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam
OM SRI SAI RAM
Cada segundo es un momento nuevo en sus vidas. Utilícenlo para purificar su corazón y llenarlo de amor. Entonces, se darán cuenta de que Dios es suyo y que ustedes están llenos de amor divino. La verdadera devoción es el único medio para realizar a la Divinidad. Devoción significa amor a Dios sin abrigar deseo alguno de recompensa. Tal devoción sólo puede ser desarrollada a través de la buena conducta. No puede haber devoción sin rectitud. La pureza de la mente es tan esencial para disfrutar de la Bienaventuranza Divina como la pureza del cuerpo lo es para la salud corporal. El Atma Jnana (conocimiento del Ser) es más elevado que todo el conocimiento que puede ser adquirido en el mundo. No hay nada igual a la bienaventuranza que surge de la realización del Ser. Es alcanzada sólo cuando se destruye el sentimiento de ego y cuando hay una devota entrega a la
Divinidad. Las plegarias, en su mayoría, se utilizan buscando satisfacer los deseos materiales. De los millones de personas que oran, muy pocas buscan a Dios mismo con un corazón puro. Discurso Divino del 31 de diciembre de 1983.
Every second is a new moment in your life. Utilise it to purify your heart and fill it with love. You will then realise that God is yours and you are filled with divine love. True devotion is the only method to realise the Divine. Devotion means love of God without any desire for reward. Such devotion can be developed only through good conduct. There can be no devotion without righteousness. Purity of mind is an essential for enjoying Divine Bliss just as purity of body is essential for bodily health. Higher than all the knowledge that can be acquired in the world is the Atma jnana (knowledge of the Self). There is nothing equal to the bliss that comes from Self-realisation. It is attained only when the ego-sense is destroyed and there is prayerful submission to the Divine. Prayers, again, are used for seeking fulfilment of material desires. Out of the millions who offer prayers, very few seek God Himself with pure hearts. (Divine Discourse, Dec 31,
1983)— BABA