Mensaje del día – 30 de junio de 2019
Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam
OM SRI SAI RAM
La gente recita el Gita, logra destreza en su exposición, pero no vive de acuerdo a su mensaje. El Gita es interpretado de muchas maneras según los caprichos y fantasías de cada uno. El Gita y otros textos de las escrituras, son como el Kalpavriksha (el árbol que cumple los deseos). Se prestan a varias interpretaciones y significados. Pero lo que importa, no es la interpretación múltiple sino la comprensión derivada de la experiencia real. Sin poner en práctica las enseñanzas del Gita, no podemos derivar la bienaventuranza que se puede obtener de él. Escuchar el Gita o recitarlo interminablemente, no servirá de nada si uno no hace nada por purificar el corazón y librarse de las malas cualidades como el ego, el egoísmo y el orgullo. Es mejor poner en práctica una sola estrofa del Gita que el saber de memoria los 700 versos. Ningún estudio o
práctica espiritual puede ayudar a purificar el propio corazón a menos que uno haga el esfuerzo. Y cuando el corazón es purificado, se vuelve una morada merecedora de lo Divino. Discurso Divino del 28 de septiembre de 1984.
People recite the Bhagavad Gita, achieve proficiency in expounding it, but do not live up to the message. The Gita is interpreted in many ways according to each one’s whims and fancies. The Gita and other scriptural texts are like the Kalpavriksha (the Wish-fulfilling Tree). They lend themselves to varied interpretations and meanings. But what matters is not the manifold interpretation, but the understanding derived from actual experience. Without putting into practice the teachings of the Gita, we cannot derive the bliss that can be got from it. Reciting the Gita endlessly or listening to it will be of no avail if nothing is done to purify one’s heart and get rid of evil qualities like ego, selfishness and pride. It is better to put into practice a single stanza of the Gita than to get by heart all the 700 verses. No spiritual study or sadhana can help to purify one’s heart unless one makes the effort. And when the heart is purified, it becomes a
worthy abode for the Divine. (Divine Discourse, Sep 28, 1984)— BABA