Mensaje del día – 20 de septiembre de 2018
Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam
OM SRI SAI RAM
La historia del Rukmini Kalyana (el matrimonio de Rukmini y el Señor Krishna) es la historia de la unión de Purusha (el Espíritu Supremo) con Prakriti (la creación, el mundo objetivo). Rukmini es el ser individual (jiva) y Krishna es el Ser Supremo (Paramatma). Ella sufre las reglas y restricciones impuestas por el mundo objetivo; el egoísmo es su hermano, la mundanidad es su padre. Pero merced a su buena conducta, su mente reposó en Dios. Sus plegarias, su arrepentimiento, su anhelo y su firmeza fueron ampliamente recompensados. Los padres, el hermano y los parientes objetaron, pero un individuo nace para desarrollar su propio destino, no para actuar un papel en la obra teatral de otro. Uno nace para cumplir la propia sentencia; cuando la sentencia finaliza, es libre. No seguirá preso con el pretexto de que un querido camarada aún está dentro. Piensen en este hecho: Rukmini no
había conocido anticipadamente a Krishna; no hubo ningún galanteo preliminar. El alma anheló, y ganó. (Divino Discurso, 28 de octubre de 1963)
The story of Rukmini Kalyana (marriage of Rukmini to Lord Krishna) is the story of the union of Purusha (the Supreme Spirit) with Prakriti (creation, the objective world) itself. Rukmini is the individual self (jiva), and Krishna is the Supreme Self (Paramatma). She suffers from the rules and restrictions imposed by the objective world; egoism is her brother, worldliness is her father. But on account of her good conduct, her mind rested on God. Her prayers, repentance, yearning, and steadfastness were amply rewarded. The parents, brother and all the relatives objected, but an individual is born to work out their destiny, not to act a role in someone else’s drama. One is born to serve out one’s sentence; when the sentence ends, one is free. You shall not remain in prison on the pretext that a dear comrade is still in! Just think of this fact: Rukmini had not met Krishna before; there was no preliminary wooing. The soul yearned, and it won.
(Divine Discourse, Oct 28, 1963)— BABA