Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam
OM SRI SAI RAM
La Divinidad es inherente e inmanente en cada ser viviente y el proceso de recordar al hombre ese hecho comenzó con el amanecer de la historia humana. Lo que hay que hacer para llevar una Vida Divina es sólo eliminar la niebla que esconde la Verdad y hace que imaginemos que somos otra cosa – algo inferior, evanescente, material y momentáneo. Todos ustedes son santos, puros y parte de la eternidad. Pero estas cosas brillan en cada uno en proporción a sus prácticas espirituales, así como las bombillas difunden la iluminación de acuerdo con la potencia. No hay cuerpo que no esté sostenido por el Absoluto; no hay nombre que no indique lo Universal. Todos los objetos están teñidos por ese Principio; todos los nombres son atributos de su Gloria. La Vida Divina se basa en la cualidad de la calma serenidad (satwa guna), que debe ser cultivada. (Discurso Divino, 14 de diciembre de 1958)
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Divinity is inherent and immanent in every living being and the process of reminding man of that fact began with the very dawn of human history. What has to be done to lead the Divine Life is just the removal of the fog that hides the Truth and makes one imagine one is something else — something inferior, evanescent, material, and momentary. All are holy, pure, and part of eternity. But these things shine in each in proportion to their spiritual practices, just as bulbs spread illumination according to the wattage. There is no body that is not sustained by the Absolute; there is no name that does not indicate the Universal. All objects are suffused by that Principle; all names are attributes of its Glory. Divine Life is based on the quality of calm serenity (satwa guna), which must be cultivated. (Divine Discourse, 14 Dec, 1958)
— BABA