Chinna Katha – El velo de Maya y el oso

EL VELO DE MAYA Y EL OSO

El principio del Atma es único e indivisible. A la orilla de un río un grupo de niños cuidaba una vez sus vacas. Era la época del monzón, y repentinamente se había desarrollado una fuerte corriente en el agua.

La fuerza del torrente era tal, que arrastró a un oso, llevándoselo por en medio del cauce. Uno de los niños vio la masa que flotaba y, desde la distancia, creyó que se trataba de un fardo de telas, y les dijo a sus compañeros: «Saltaré al agua y sacaré esas mantas», y se arrojó al río. Con la falsa idea de que era un bulto de telas, el niño enlazó con sus dos manos al oso, que hizo lo mismo, sujetándolo con sus dos grandes brazos. Por mucho que el niño luchaba, no podía liberarse, el oso no lo dejaba. Lo tenía bien sujeto. Al verlo en esta situación, sus amigos le gritaron desde la ribera: «¡Oh, querido amigo! Deja esas telas y regresa», a lo que el niño, luchando por escapar, les respondió desde el agua: «Quiero escapar, pero él no me deja». Así también, en este río de la vida, Maya, lo ilusorio, es como el oso que el niño tomó erróneamente como un fardo de telas. Esperando que nos proporcione solaz, comodidades y felicidad, saltamos al río y pretendemos atraparla. Y después, cuando queremos zafarnos de ella, hallamos que es imposible hacerlo. Esta ilusión es creada por Maya, pero el principio de lo Divino es siempre uno. La filosofía Visishtadvaita ha enseñado desde tiempos inmemoriales que aunque las formas son diferentes, hay un solo Purusha, el cual es la unidad más allá de la diversidad y multiplicidad de formas.

Om Sri Sai Ram

(Homenaje a Bhagawan, hasta el 24 de abril, día del Mahasamadhi)