Historias de Amor Sai: “Considerad este cuerpo como un instrumento”

Narración del Prof. Anil Kumar:

Esa tarde de agosto, Swami empezó a hablar de ciertos aspectos espirituales, de aspectos filosóficos profundos. Cada frase tuvo gran importancia para todos nosotros.

La primera declaración que hizo fue ésta: “Considerad este cuerpo como un instrumento”.

La afirmación es importante por más de una razón. Nosotros consideramos este cuerpo como si fuera nosotros mismos. Más bien, nos identificamos nosotros mismos con este cuerpo, lo que no es cierto, porque el cuerpo va cambiando progresivamente o incluso puede expirar en cualquier momento sin ningún aviso formal. Así es que, ¿cómo podemos considerar que somos el cuerpo? ¿Cuál es el valor de tener este cuerpo? La respuesta es simple.

El cuerpo es un instrumento para la realización del propósito para el que es destinado. El cuerpo es dado, o se obtiene, debido al proceso del nacimiento. Sin embargo, hemos nacido con el objeto de no volver a nacer más. Es para ese fin para el que debemos usar el cuerpo: como un poderoso instrumento en una misión divina.

La segunda declaración que hizo Baba fue la siguiente: “Sepan que Dios es el maestro del cuerpo. Dios es el dueño de este cuerpo”.

Déjenme que les comente, puesto que es necesaria alguna explicación. Esto les ayudará a entender la seriedad y profundidad de esta afirmación. Es por este motivo por lo que quiero explicarlo un poco más.

¿Consideramos que Dios es el maestro de nuestros cuerpos? Podemos decirlo, pero sin tener ninguna experiencia de ello. Si consideráramos a Dios como el maestro de este cuerpo, entonces todas nuestras acciones serían divinas, todos nuestros pensamientos serían divinos, todos nuestros actos serían sagrados y todas nuestras palabras estarían saturadas de Verdad. Pero en realidad, no es así. A menudo, nuestras palabras están llenas de mentiras, nuestras acciones son egoístas y nuestros pensamientos se centran en nuestro propio interés. Así es que, no sólo de palabra, sino también de espíritu, tenemos que aceptar que Dios es el maestro de este cuerpo, lo que será reflejado por nuestros pensamientos, palabras y acciones.

Y la tercera declaración que hizo Baba fue ésta: “Reduzcan o interrumpan su apego al cuerpo”.

¿Qué significa esto? Debido a nuestro apego al cuerpo, sufrimos más de lo debido. Cuando se tenga conciencia de “yo no soy este cuerpo”, la intensidad del sufrimiento, la gravedad del sufrimiento, será menor. No es que no vaya a haber sufrimiento. Habrá dolor, pero será menor de lo que podía haber sido. Así, nuestra actitud cambiará. Nuestra actitud hacia la vida cambiará cuando estemos menos apegados a nuestro cuerpo y cuando nos identifiquemos menos con él. Eso fue lo que Bhagavan nos dijo.

Y entonces, surgió una pregunta: “¿Por qué estamos apegados a este cuerpo? ¿A dónde conduce este apego? ¿Dónde nos conduce?”. Esta es la respuesta que nos dio Bhagavan: “Nuestra ilusión es la responsable de este apego al cuerpo, la que conduce al dolor, a la miseria o a la tristeza”.

Después de todo, no hay ningún beneficio o ventaja en el hecho de identificarse con el cuerpo, puesto que esto confiere sufrimiento y miseria. Eso es todo. La causa de que exista este apego al cuerpo es la ilusión o el engaño. Bhagavan no quiere que nos equivoquemos respecto a esto. No quiere que nos identifiquemos con este cuerpo.

Y luego surgió otra pregunta: “Swami, entonces, ¿qué es el engaño? ¿Qué es la ilusión?”.

Esa tarde, Bhagavan mencionó de nuevo la misma cita a menudo repetida, la famosa ilustración de los Upanishads: “Ahí hay una cuerda, pero la confunden con una serpiente. De hecho, no es una serpiente, es una cuerda. Es sólo suidentificación errónea, su identificación equivocada, la que los confunde y los hace sentir miedo”. Huyen de ella, pensando que es una serpiente, pero en realidad no es tal cosa. Es sólo una cuerda. Así es que la identificación errónea, la identificación equivocada es lo que se llama “ilusión”. Así, la Realidad no es entendida. Nos guiamos por la falsificación; nos guiamos por la imposición. Esa es la causa responsable de la ilusión que conduce al miedo.

Entonces, Él puso un ejemplo. Al parecer, un hombre joven estaba llorando. Un alma noble y consciente pasó por allí y le preguntó: “¿Por qué estás llorando, mi muchacho? ¿Qué te ha hecho llorar?”.

El joven respondió: “He perdido a mi madre. Mi madre, que me amaba mucho, ya no está en este mundo. He perdido a mi madre y por eso estoy llorando”.

Y este hombre sabio dijo: “¿Dónde se ha ido? Tu madre está tumbada aquí mismo. Tu madre está justo aquí. No la has perdido. Ella se encuentra aquí, así es que, ¿por qué lloras?”.

Esta historia nos ayuda a comprender que el cuerpo de la madre estaba todavía allí, pero no su vida. Así, si el muchacho consideraba sólo el cuerpo, entonces no había perdido a la madre puesto que el cuerpo estaba delante de él. Pero aún así, el chico lloraba porque, incluso aunque el cuerpo de su madre estuviera ahí, en realidad no era su madre. ¿Por qué? Su vida se había ido. Así, esa identificación errónea con el cuerpo, la equivocada identificación con el cuerpo, es lo que se llama “engaño” o “ilusión”, lo que por consiguiente conduce al miedo y a la tristeza.

Bhagavan puso otro ejemplo: “Pensar ‘yo soy indio’, pensar ‘yo soy ruso’, pensar ‘yo soy americano’ es también una ilusión. Es una ilusión porque, aunque hayas nacido en América y, por tanto, seas americano, no eres Ámerica. Naciste en América y es por eso que eres un ciudadano americano, pero no eres América. Eres diferente. Ahora estás visitando la India, así es que no eres el lugar en donde normalmente vives. Tú no eres tu profesión. No eres tu género. Te encuentras más allá de todo eso. La Realidad no es nada de eso. El auténtico Ser se encuentra por encima de todo ello”.

A continuación, Bhagavan puso otro ejemplo precioso: “El mundo entero es como una bonita mansión, como un bonito edificio, y cada habitación es un país. Considerar que esta habitación es la única en el edificio es una tontería. Este edificio tiene muchas habitaciones: unas de un tipo y muchas otras de otro. Todas las habitaciones juntas constituyen el edificio. De forma similar, el mundo entero es una mansión y las habitaciones son los diferentes países. ¿Qué es lo que nos separa? Sólo los muros de casta, comunidad, raza, nacionalidad, o credo. Eso es todo. Cuando estos muros se eliminan, cuando se acaba con todas estas estrechas cadenas, entonces todos somos Uno: una casta, la de la humanidad, y una religión, la del Amor. La realización de la Unidad es la Verdad. La experiencia de la diversidad, de la multiplicidad y de la pluralidad es el engaño”. Eso fue lo que Bhagavan explicó esa tarde.

Finalmente, terminó diciendo: “Muchachos, desarrollen una amplitud de mente. La expansión es vida; la contracción es muerte. Tengan amplitud de mente y vastedad de espíritu. Comprendan que es ahí donde encontrarán bienaventuranza, no en la contracción o en la estrechez mental”.

Agosto del 2002 Fuente: «Perlas de Sabiduría», autor: Anil Kumar

OM SRI SAI RAM